sábado, 9 de mayo de 2015

EL SACRIFICIO DE LA MISA - APOLOGÉTICA



Hebreos 9:24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
9:25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
9:26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
9:28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

El sacerdote con su inmenso poder imaginario baja del mismo cielo, de su trono, a Jesús, para ofrecerlo como víctima una y otra vez, por los pecados de los hombres. Nadie posee este portentoso poder o un equivalente, sólo el párroco. Los ángeles, los reyes, los santos o la propia María, no pueden matar a Jesús, para después comérselo. El impío e interminable sacrificio de la misa es patrimonio del clero católico.
A Cristo lo asesinan una y mil veces porque su sacrificio en la cruz fue incompleto o insuficiente. Necesitan matarlo un millón de veces más. La sustancia del pan y del vino se transforman literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo, lo que significa que asesinan y se comen, literalmente, al propio Jesucristo una y mil veces, con un cierto sadismo pagano inexplicable. El cura no sabe que Cristo es inmortal y que no puede volver a morir bajo ninguna circunstancia o poder clerical. Si el sacrificio hay que repetirlo es porque no sirvió totalmente el original. Este Cristo que va a ser sacrificado otra vez, puede ser sacrificado en una misma hora en cien lugares distintos. Ni el propio Jesús podía estar en dos sitios al mismo tiempo. No participar del sacrificio de la misa es pecado mortal, dice Roma.

Juan 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.

“Consumado es” significa que todo terminó, que todo está hecho, absolutamente todo. La obra redentora de Jesús fue completa y no se necesitan más sacrificios con excusas ingeniosas. La santa cena es una ordenanza.

Romanos 6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 6:9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 6:10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.

Cristo es inmortal, ya no muere, ya no muere. Sin importar las doctrinas o las pretensiones de algunos religiosos, Cristo ya no muere más y de ninguna forma, porque es inmortal. El que trate de matar a Jesús pierde su tiempo, aunque los motivos sean piadosos.

Juan 6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

Si la interpretación es literal deberían comerse primero la carne del Hijo y después beber su sangre. Son dos pasos, pero Roma lo resume a uno. Obviamente el mensaje se debe interpretar simbólicamente, o caeríamos en una práctica que los apóstoles jamás hubiesen aceptado, como la de beber sangre (Levítico 17:14).

Si por accidente la hostia consagrada se rompe antes de llegar a la boca del bautizado, ¿es Cristo quien se fractura?
Antes de tragarse a Jesús, ¿hay que masticarlo?
¿Qué hace Jesús en el estómago del bautizado?
¿Puedes digerir al Jesús convertido en galleta u hostia una hora después de un contundente almuerzo?
¿Un sacrificio incruento es un sacrificio? ¿es un sacrificio literal que mata, literalmente, a Jesús, sin sufrimientos?
Si el sacrificio es incruento, con un Cristo real y presente, ¿el sacrificio de la misa es de mentira, una simulación? ¿Cómo matan al Cristo real?
En este singular sacrificio, que es real y metafórico, ¿le entierran una lanza a Cristo?
¿Con qué poder cambia la sustancia del pan y el vino, en la transubstanciación? ¿juega aquí la Escritura algún rol?
Si el Cristo es real, los bautizados ¿comen carne humana? ¿beben sangre humana? ¿practican un canibalismo piadoso? (Proverbios 15:8).

Juan 6:34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Al que va a Jesús, que es el pan, ya no tendrá hambre, y el que en él cree ya no tendrá sed. El pan se relaciona con la fe, simbólicamente. Jesús es el nuevo maná vital (Juan 6:31) y no se debe interpretar literalmente.

Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Para los judíos beber sangre humana era atroz (Levítico 17: 10-14) (Hechos 10:14). En la última cena ¿los apóstoles bebieron la sangre humana de un Jesús que aún no moría en la cruz? ¿Cómo podía Jesús estar sentado en la mesa y a la misma vez en el pan? ¿En dónde está la presencia real de Cristo entonces? El concilio de Jerusalén pidió que se abstengan de sangre… sin hablar nada de la misa (Hechos 15:29). Muchas veces Jesús hablaba en sentido figurado (1 Corintios 11:25):”yo soy el pan” “yo soy la puerta” “yo soy la vid”.

Juan 16:25 Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre.

Lucas 22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.

La ordenanza de la santa cena, el partimento del pan (Hechos 2:42) es para que recordemos el nuevo pacto periódicamente, no para que maten a Jesús todos los días, para después comérselo. La palabra memoria significa “traer a la mente”. Más claro imposible.

Hebreos 10:12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
10:13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;
10:14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

Cristo el inmortal, el que no puede volver a morir aunque los sacerdotes católicos lo maten todos los días, está sentado a la diestra del Padre, y de ahí no sale, y de ahí intercede por nosotros, hasta que regrese. Cristo el inmortal vive y reina por los siglos de los siglos. Con una sola ofrenda nos hizo perfectos, con una sola, con una sola ofrenda. Y por los pecados sólo un sacrificio es válido, su sacrificio, que fue completo, suficiente y que es irrepetible, en la bendita cruz (Marcos 15:21-41).

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FIN